Una noche varado
en el sur del mundo
escuché latir tu corazón
se fundió y el mío inundó.
Esa
noche volví a hacer recuerdos
de este gran amor
que nos unió y dejó
los frutos de la pasión.
Y
ahora que estoy lejano
de tus días, de tu cascarón
volví a sentir el calor
del nido que se rompió.
Y
aún cuando ya no quieras
esperarme, escuchar mi voz
te llevarás mi calor
envuelto en el corazón.
Y
ahora que estoy lejano
de tus días, de tu cascarón
volví a sentir el calor
del nido que se rompió.